Agradezco al fútbol infantil e inferiores, a cada chico, a cada padre y a cada colaborador. Pero lo que más quiero resaltar es el amor que me dio mucha de la gente de este club. Su respeto, su cordialidad, como la de todo el pueblo de Alvear. No va a ser un paso más, los llevaré por siempre en mi corazón y mi alma.
A mis amigos, a mi familia, que hoy están tristes como yo les digo mil gracias. A cada uno de los colaboradores que estuvieron a mi lado les digo que siempre fui leal a mis principios, a mi gente y al club.
Hoy me toca irme, a lo mejor no por la puerta grande pero sí de la mejor forma, la que me enseñó mi madre, la del respeto y no la de la traición. La del reconocimiento y no la del rencor.
Se que soy el único responsable de los malos resultados, soy responsable que no haya venido Tapón Barreiro o Gustavo Gomez. Soy responsable de la elección de todos estos jugadores, yo lo permití.
No estoy peleado con ningún jugador, trabajamos del primero hasta el último día con Nico y Mundial, con mucha seriedad y responsabilidad.
Creo que mi salida del club fue solo una cuestión deportiva y no algún paso de factura.
Gracias, mil gracias gente de Ferro. Tengo mil nombres para agradecer, pero no me quiero olvidar de nadie.
Se fue el técnico pero queda la persona, y todos tenemos una vida por delante que seguramente nos volverá a juntar y a todos los podré mirar de frente, porque fui, soy, y seré simplemente auténtico en las buenas y en las malas. Lealtad, cosa que algunos no conocen.
Abrazos, besos, y corazón abierto por cada uno de los que se interesó en mi, a los que no, que Dios los bendiga.
El verde y el blanco quedarán para siempre en mi corazón... ¡GRACIAS! "
Edgardo Leguizamón.
19/05/2011
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