Luego del pitazo final del último domingo, no quedó otra que esperar hasta esta tarde, volcando todas las esperanzas en el resultado de un partido ajeno. Situación inesperada y poco común para un equipo como Ferro de Alvear, que generalmente no acostumbró a depender de otros para conseguir sus objetivos. Y finalmente sucedió lo previsible, Macachín y Racing empataron en cero; un resultado que los clasificó a los dos, y por consiguiente marginó al verde de la próxima fase del torneo.
Y si uno se lo pone a analizar, parece injusto que este buen equipo no haya podido superar esta instancia; empecemos por recordar un poco, trasladándonos al mes de febrero de este mismo año, cuando a poco de que de inicio la Liga Pampeana, era una incógnita el simple hecho de que Ferro arme un plantel para competir en la liga local, algo realmente inédito. Los problemas internos, la carencia de un presupuesto fuerte y demás inconvenientes institucionales pusieron en vilo a todos los hinchas del club, que no podrían haber imaginado a su verde afuera del campeonato. Luego de varios días de incertidumbre y reuniones de "urgencia" entre directivos e hinchas, Ferro armó un equipo sin muchas figuras y con varios jóvenes desconocidos hasta ese momento. Así y todo, este plantel trabajó duro y peleó hasta último momento, no solo haciendo una muy buena temporada liguera, sino que también habiendo sido el único equipo que pudo hacerle frente de igual a igual a Alvear FBC, por ejemplo, que desde hace tiempo se lo considera "super-poderoso". Ferro terminó peleando el campeonato hasta el final, fue perjudicado por los árbitros en más de una ocasión, y solo fue derrotado dos veces en 22 fechas (una goleada inesperada contra Vértiz, y un bochornoso robo contra Ferro de Pico).
Contando casi con el mismo plantel, el verde encaró este Provincial 2012 con toda la esperanza de ser protagonista como lo ha sido en la mayoría de las últimas ediciones. Y si continuamos analizando, sin demasiada profundidad tampoco, podemos resaltar algo evidente que deja mucha impotencia en el hincha; el equipo de Chiaraluce, en 6 fechas, sólo fue superado en una ocasión; la derrota contra All Boys en Santa Rosa. En los 5 partidos restantes que Ferro disputó por la fase de grupos, siempre controló a sus rivales, siempre generó mucho más peligro, siempre fue superior, de local y de visitante. Sin embargo, los resultados y la fortuna no estuvieron de su lado, solo pudo sumar con una victoria y 4 empates en los cuales en todos Ferro mereció la victoria. Pero en el fútbol no se triunfa con simples merecimientos, y al día de hoy nos parece increíble y nos da mucha pena que este equipo de grandes jugadores, con muchísimas ganas y futuro, se haya despedido tan temprano del campeonato más importante de la provincia.
Se extrañan mucho esas finales, los clásicos ganados, las tribunas llenas, pero lo que más se hecha de menos es la unión por Ferro, el trabajo diario de cientos de hinchas, la organización y las ganas. Luego de algunos años dorados donde la bandera verde y blanca flameó en lo más alto, hoy en día todo parece estático, gris, silencioso. Por supuesto que esto va más allá del hecho mismo de la eliminación de un Provincial en primera ronda, se trata de una cuestión general, por el club en su totalidad, de ganas, de pasión por estos colores, que involucra de igual manera a fanáticos y a directivos, a colaboradores y simpatizantes; esa pasión que fue de miles, que ahora es de un puñado, al día de hoy parece lejana, perdida en un tiempo pasado. Nunca digamos que todo tiempo por pasado fue mejor, mañana es mejor. Ferro de Alvear es un gigante, al que todos temen, al que todos respetan, no lo dejemos dormir más. Despertémoslo, entre todos, sino, no sirve.
